Un poco de nuestra
HISTORIA
Somos una editorial independiente que surge junto con el ascenso del respeto y reconocimiento de las culturas originarias de nuestro continente, un proceso largo y desigual en cada país y en cada sociedad a partir de los años 80 y hasta bien entrado el siglo XXI.
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Las revueltas agrarias y la reivindicación del derecho legítimo a existir han marcado los años posteriores a la conquista y dominación europea. Durante la Colonia, la guerra de Independencia, las invasiones francesa y estadunidense y el porfiriato, los pueblos originarios resistieron hasta donde pudieron el despojo de las mejores tierras de sus antepasados, quedando segregados en muchos casos en las llamadas “zonas de refugio”, condenados a su extinción. La Revolución mexicana tuvo en la reforma agraria un eje fundamental que movilizó al pueblo en la lucha armada. Sin embargo, la campesinización del mundo rural, buscó también diluir su historia indígena milenaria. Pero en muchos lugares, personas organizadas formaron grupos cuturales, colectivos de productores agrícolas o de artesanías, y en algunos países hasta sindicatos y partidos.
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La conmemoración en 1992 del V Centenario del viaje de Colón, fue el marco para el ascenso de movimientos indígenas. Editamos el primer número de la revista Ce-Acatl el 18 de octubre de 1990 en la Ciudad de México, como un espacio de encuentro, estudio y difusión de la cultura y los derechos de los pueblos indígenas. Por el lapso de más de 15 años publicamos 108 números ininterrumpidamente. Posteriormente y hasta la fecha hemos publicado más de un centenar de libros y materiales didácticos sobre el tema.
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La revista Ce-Acatl, pretendió ser un puente de comunicación entre las personas y grupos interesados en el estudio de nuestras culturas e historia, pero también entre las organizaciones y comunidades de los pueblos indígenas contemporáneos. Uno de los ejes fundamentales desde nuestra fundación ha sido el estudio y difusión de la lengua y cultura náhuatl, por ser ese nuestro origen, pero sin excluir la promoción y difusión de todas las lenguas originarias de nuestra región. El uso del calendario mexicano, la arqueoastronomía, la herbolaria, formas de organización social y sistemas de cargos, el arte, la música y la danza, también han sido parte importante de nuestras publicaciones sobre la cosmovisión mesoamericana.
A partir del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 1 de enero de 1994, dimos una amplia cobertura sobre las demandas y propuestas que han promovido desde esos años los indígenas de Chiapas. Gracias a la invitación directa para formar parte de las Mesas de Diálogo como invitados y asesores, pudimos tener contacto directo con cientos de organizaciones indígenas de todo el país, que se organizaron en torno de las convocatorias zapatistas y que desembocaron en la conformación de Congreso Nacional Indígena, del cual formamos parte de 1996 2002.
La polarización entre quienes sostienen que los aspectos culturales no deben contaminarse con asuntos políticos (como eran consideradas las demandas zapatistas), provocó que muchos de nuestros lectores manifestaran el miedo y señalaran el riesgo de involucrarse con una de las partes en un conflicto armado en México. En octubre de 1995, el número 72 de la revista se distribuía ya en más de 50 librerías y en la red de cafeterías y tiendas Sanborn’s en varios estados del país. Se debilitó al ser retirada de la distribución alegando bajo nivel de ventas. Disminuyeron las de por sí pocas suscripciones y bajó aún más su circulación en 1998 al señalarse a la revista Ce-Acatl, como “prueba” en uno de los cateos de campamentos zapatista que el Ejército mexicano realizó posteriores a la matanza de Acteal de diciembre de 1997.
Para el año 2000, logramos aún llegar a publicar el número 103 a los diez años de fundada la revista. Los primeros años del siglo fueron muy difíciles y para 2005 logramos transformar nuestra forma de producción con una propuesta multimodal, que buscaba adapatarse al nuevo siglo. De esa forma, los números 104 al 108 fueron una combinación de folletos, carteles, calcomanías y discos de audio y multimedia, que combinaron todos estos recursos como una nueva forma de proponer la comunicación comunitaria. El esfuerzo se centró en diversificar los lectores: que no fuera una persona que leyera una revista, sino muchas personas que vieran el cartel pegado en la calle, más las que encontraran las calcomanías en el transporte público o en un cuaderno, y otros más quienes escucharan la música y cápsulas de radio cotenidas en un cd. Un disco adicional contenía un archivo autoejecutable con presentaciones multimedia sobre el tema del número y una serie de carpetas con más información relacionada con los temas, para trabajarlos en computadora.
Esta propuesta fue bien recibida por algunas personas y organizaciones, pero desafortunadamente los costos de producción, la enorme cantidad de trabajo que involucraba y nulo financiamiento, provocó que no se publicara ya el número 109.
Para el año 2009, gracias a esfuerzos personales y familiares, logramos invertir para nuevamente transformar nuestro modo de producción, que a partir de ahora sería “bajo demanda”, en impresión digital, encuadernado y terminado todo en nuestro propio taller.
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Es así que hasta la fecha logramos desarrollar proyectos editoriales que de otra forma no hubieran sido posible realizar.
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Si deseas publicar o participar en este esfuerzo no dejes de comunicarte con nosotros!